PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

La década y media de Toni Ten al frente del TAU Castelló, el imparable ascenso de Pablo Pin con su Covirán Granada desde la nada más absoluta, los sólidos proyectos de Gonzalo García de Vitoria durante casi veinte años ininterrumpidos, la irrupción de Rubén Perelló en la competición con el modesto CB Almansa... No habían sido pocos los nombres que habían permanecido firmes a lo largo de los últimos años en unos banquillos que habían sido sinónimo de estabilidad y confianza en la Liga LEB Oro.

Una tendencia que ha dado un giro de 180º durante el presente verano con una profunda renovación que ha afectado al 50% de los equipo. Y es que, hasta 9 de los clubes participantes en la próxima temporada estrenarán técnico de cara a un año en el que tan solo 5 entrenadores volverán a sentarse en idéntico banquillo LEB Oro del que dispusieran el pasado curso. Una atípica situación que ha derivado en que dos recién ascendidos como David Mangas y David Varela hayan irrumpido en la Liga como dos de los técnicos más veteranos junto a un Roberto Blanco que portará la bandera de la estabilidad desde el Multiusos de Cáceres. 

A partir de ahí, el resto de proyectos iniciarán un periodo de arado de sus tierras a la búsqueda de una tempranera cosecha que cuenta con trasvases como el de Natxo Lezkano de Oviedo a Andorra o el de Diego Epifanio de Madrid a A Coruña. Tampoco faltarán regresos como el de Javi Rodríguez para asentarse en la capital de España o como el de un Óscar Lata que pondrá rumbo a la Ciudad Autónoma. Y todo ello sin olvidarnos de las promociones internas o de fichajes de relumbrón como los protagonizados por dos históricos como Juan A. Orenga en Castelló y Trifón Poch en Oviedo. 

Toda una revolución con la que poder optar a los respectivos objetivos en una Liga LEB Oro en la que cada reto promete venderse más caro que nunca. 

Una renovación sin precedentes en el 50& de los banquillos: 

Acostumbrados a una Liga LEB Oro en la que la continuidad en los banquillos solía ser el punto de partida para la gran mayoría de equipos, el presente mercado ha derivado en una de las mayores revoluciones técnicas en la historia de la competición. Un año en el que 9 de los 18 equipos (50%) estrenarán entrenador y en el que tan solo 5 de los técnicos que finalizaron la pasada edición 2021/22 volverán a realizar su labor en idéntico escenario. Y es que, a diferencia de lo que podría suceder en mercados anteriores, el conocido como "efecto cascada" no ha llegado a aparecer en un mercado en el que tan solo tres técnicos han cambiado de equipo dentro de la propia competición y en el que los clubes han apostado por refuerzos exteriores ya haya sido a través de viejos conocidos o de técnicos que debutarán esta temporada en la Liga. 



El extraño caso de David Mangas en el debutante Grupo Alega Cantabria: 

Ha sido siempre un hombre de club y, desde su llegada al Grupo Alega Cantabria no ha dejado de trabajar para construir un sólido proyecto. Un desembarco que se produjo Jornada 2 de la temporada 2018/19 y que va a convertir este año a David Mangas en el técnico más veterano al frente de su banquillo dentro de una LEB Oro en la que, curiosamente, debutará esta temporada. Un hecho derivado por la salida de algunos de los técnicos más veteranos de la Liga y que ha llevado al técnico abulense a ejercer como el principal veterano de la Liga. Un hombre que acumula 16 temporadas ininterrumpidas en las Competiciones FEB y que durante las 13 últimas, se había convertido en el técnico más estable de la Liga LEB Plata donde no ha faltado ni un solo año a su cita con los banquillos. 



Roberto Blanco o cuando los últimos serán los primeros:

Aunque su acuerdo parecía cerrado desde algunas semanas antes, la confirmación de Roberto Blanco como técnico del Cáceres P. Humanidad fue la última en llegar dentro del roster de técnicos de la Liga LEB Oro. Un entrenador que tomó las riendas del primer equipo tras la destitución de Ñete Bohigas a comienzos del 2019 y que cumplirá de este modo la que será su quinta temporada en el club de su tierra. Uno de los pocos "autóctonos" de la competición y que ha sido pieza clave de los éxitos recientes del Cáceres. De este modo, su renovación temporada tras temporada es casi una obligación moral para un club en el que ha demostrado que es capaz de exprimir al máximo cada recurso para obtener lo mejor de cada uno de sus jugadores. Así, Blanco se ha ganado a pulso el título honorífico de "entrenador más longevo" dentro de la LEB Oro. 



David Varela, un debutante con una sólida base:

Ejerció como jugador de Liga EBA durante un buen número de temporadas y, desde su retirada en 2008, a David Varela no le ha faltado un banquillo en el que sentarse. Un técnico que parece haber encajado a la perfección en el proyecto de un Bueno Arenas Albacete al que ha ayudado ya no solo a llegar a la Liga LEB Oro con el meritorio ascenso del pasado curso, sino también a dar un salto de calidad y profesionalidad en todos sus frentes. De este modo, Varela vivirá este año un caso muy similar al de David Mangas en Cantabria al afrontar su primera temporada en una competición a la que llegará con tres años de experiencia previa en su equipo. La mejor manera posible de salvar el primer escalón entre la LEB Plata y la Liga LEB Oro donde tratará de certificar la permanencia como objetivo prioritario para el nuevo curso. 



Tres nuevas oportunidades a la hora de afianzar proyectos:

Se convirtieron en nuevos entrenadores de sus equipos el pasado curso y, cuando estamparon su firma en el contrato, lo hicieron ya con la idea de construir un proyecto a largo plaza y en el que cada año llevara al equipo a superar lo logrado. Pese a ello, el inevitable balance de cada final de temporada iba a juzgar un trabajo que, en todos sus casos fue sumamente satisfactorio para sus entidades.

Una afirmación que toma una relevancia especial si hablamos de Gerard Encuentra, el técnico más joven de la pasada edición y que fue capaz de mantener a su equipo durante todo el curso como el conjunto revelación de la temporada. Un ICG Força Lleida que retomaba el pulso a la Liga tras un descenso de categoría y que supo mantenerse en la parte alta de la tabla durante todo el curso hasta llegar a alcanzar los Playoffs por el ascenso con ventaja de campo. Y todo ello con el gran premio final de una Final Four en la que el equipo cayó en semifinales ante otro de los técnicos que repetirá este año experiencia en su equipo, un Pedro Rivero que seguirá al frente del Zunder Palencia tras una temporada de debut solventada con nota.

Ambos podrán trabajar así sobre los cimientos asentados el pasado curso al igual que un Lolo Encinas que cumplirá su segunda campaña de contrato en un Acunsa Gipuzkoa al que llegó el pasado curso para liderar la reconstrucción tras el descenso sufrido desde la Liga Endesa. Un primer año de asentamiento y en el que los jugadores de la tierra fueron ganando protagonismo hasta convertirse en la sólida base del equipo. 



El camino, desde el principio para los inquilinos de Burgos, Valladolid y Ourense:

Seis serán los técnicos que repitan este año al frente de sus equipos sumando su segunda temporada, pero para tres de ellos, el de este año será su primer proyecto completo tras haberse incorporado con el pasado curso ya comenzado. Uno de los más ambiciosos, el de Paco Olmos al frente del San Pablo Burgos, un entrenador con experiencia previa en la competición e incluso con un ascenso a sus espaldas con el ViveMenorca y que tomó las riendas del conjunto burgalés el pasado curso. Por ello, no habrá reto más prioritario para el técnico valenciano que el de intentar regresar cuando antes a la Liga Endesa.

Un reto por el que luchó inesperadamente el pasado curso un UEMC Real Valladolid que parecía abocado a la lucha por la permanencia cuando Paco García tomó las riendas del equipo a 10 jornadas del final. Un técnico con casi cuatro décadas de baloncesto a sus espaldas y que protagonizó una imparable racha de victorias con la que llevar a los suyos a los Playoffs por el ascenso. Un éxito que le valió su continuidad en un proyecto en el que afronta su segunda etapa y con el que espera dar este curso un nuevo paso al frente.

Todo ello en una Liga que recibirá de nuevo al Ourense Baloncesto tras un año de penitencia en la Liga LEB Plata. Porque los gallegos supieron salvar su descenso de categoría por la vía exprés tras un cambio de técnico incluido en el tramo final. Concretamente, con la llegada de un Guillermo Arenas sobrado de experiencia en la competición y que certificó, vía Playoffs y en poco más que una decena de partidos, su retorno conjunto a la LEB Oro. Así, no podía haber otro nombre sobre la mesa que no fuera el suyo a la hora de poder dar continuidad al proyecto.



Lezkano, Epifanio y Monclova, los cambios de cromos de la Liga:

Suele ser todo un recurso para los clubes cuando se sumergen en el mercado estival de la competición, pero esta temporada, los trasvases internos entre técnicos no han sido ni mucho menos el recurso más utilizado. Porque a lo largo de este 2022, tan solo 3 de los 18 técnicos (17%) han cambiado de destino dentro de la propia Liga. Unos trasvases que comenzaron de la mano de un Rafa Monclova que, tras finalizar la pasada campaña en las filas del Melilla Sport Capital no tardó en encontrar acomodo en un HLA Alicante dispuesto a dar un nuevo paso al frente de su mano. 

Aunque si hablamos de ambiciones, uno de los fichajes más destacados fue el de Natxo Lezkano como nuevo técnico del recién llegado MoraBanc Andorra. Uno de los proyectos más fuertes de la categoría para tratar de recuperar su condición de equipo de Liga Endesa y en el que el ex técnico del Alimerka Oviedo tendrá que convivir con una presión que vivió el pasado curso en primera persona Diego Epifanio. Porque el técnico burgalés fue el encargado de buscar el ascenso con un Movistar Estudiantes al que dirigió en el tramo final de la temporada, un papel que le llevó a comprometerse con un Leyma Coruña dispuesto a dar este año de su mano el paso que les permita estar en esa misma lucha. 



CB Almansa y Juaristi ISB apuestan por la promoción interna:

Habían caminado con firmeza durante los últimos años de la mano de Rubén Perelló e Iñaki Jiménez respectivamente, pero la salida de ambos técnicos de sus respectivos proyectos ha llevado a sus clubes a tener que buscar una nueva pieza para sus banquillos. En el caso de los manchegos tras una excelsa etapa en la que Perelló necesitó de apenas 3 años para poner a la ciudad en el mapa del baloncesto español (de Primera Nacional a LEB Oro) antes de asentar al club con otros tres años de éxito en la categoría. Y, en el de los vascos, con un entrenador que fue capaz de liderar dos títulos de Copa LEB Plata y un ascenso a LEB Oro con su correspondiente permanencia.

Ha sido por ello que tanto el CB Almansa con Afanion como el Juaristi ISB han tratado de dar una cierta continuidad a sus proyectos con la promoción interna de los que fueran sus entrenadores ayudantes. De este modo, tanto Tino Ugidos en Almansa como Mikel Odriozola en Azpeitia han tenido que dar un paso al frente para asumir una primera experiencia como primeros entrenadores en la LEB Oro. Algo con lo que Ugidos tuvo algún ligero contacto en su etapa previa en Palencia y que llevará a Odriozola a ejercer como el técnico más joven de la Liga por delante de Gerard Encuentra. 



Javi Rodríguez y Óscar Lata, la ilusión de dos exigentes retornos: 

Dentro del capítulo de recién llegados a sus equipos, dos serán los conjuntos que apuesten por el retorno de técnicos con experiencia previa en la Liga. Uno de ellos, un Movistar Estudiantes dispuesto a lograr su gran objetivo de la mano de un Javi Rodríguez que se encontraba como ayudante de Álex Mumbrú en la Liga Endesa y que anteriormente había dirigido en Pumarín al Alimerka Oviedo. Un técnico sobrado de experiencia tanto dentro como fuera de las pistas y que regresará a la Liga al igual que lo hará Óscar Lata un año después de su última experiencia. Porque el coruñés dejará igualmente su papel como ayudante ACB en Murcia para asumir el mando de un Melilla Sport Capital al que se enfrentó como técnico del Levitec Huesca dos años atrás. 



Juan A. Orenga y Trifón Poch, fichajes de prestigio con los que ilusionar:

No han pisado aún una cancha de la Liga LEB Oro, pero el mero anuncio de sus respectivas incorporaciones ha servido para generar una nueva dosis de ilusión en sus respectivas aficiones. La primera de ellas, la de un TAU Castelló que ejerció como uno de los primeros equipos en mover ficha en el inicio del verano con la contratación de un Juan Antonio Orenga que ponía así punto y final a su exitoso paso por el baloncesto chino. Todo un retorno al hogar que le llevará a debutar en la Liga LEB Oro seis años después de su última experiencia como técnico en nuestro país. 

Aunque el suyo no será el único debut en la competición de un técnico con extenso pasado en la Liga Endesa. Y es que el Alimerka Oviedo ha decidido entregar su proyecto a las experimentadas manos de un Trifón Poch con cerca de cuatro décadas de baloncesto a sus espaldas y que dirigirá su primera campaña en la Liga LEB Oro tras su salida de un Joventut en el que había ejercido como técnico asistente. 



Ilustres ausencias tras años de éxitos en la competición:

Toni Ten, Pablo Pin, Gonzalo García de Vitoria, Sergio García, Rubén Perelló, Iñaki Jiménez o Josep María Berrocal. Los suyos habían sido algunos de los nombres más habituales en los banquillos de la Liga LEB Oro a lo largo de las últimas temporadas pero, en esta ocasión, no podremos verlos asociados a ninguno de los rosters de la competición.

Técnicos que marcaron un antes y un después y que comienzan a encontrar acomodo en nuevos proyectos de prestigio con movimientos como el que ha llegado a Toni Ten (TAU Castelló) a convertirse en el técnico ayudante de Zan Tabak en el Trefl Sopot de Polonia. Un camino similar al recorrido por Josep Maria Berrocal (CB Prat) quien ejercerá como asistente de Oded Kattash en Israel en las filas del Maccabi Tel Aviv. Mucho más cercano resultará el destino de un Sergio García (Leyma Coruña) que se convertirá en uno de los ayudantes de Jaume Ponsarnau en el Surne Bilbao de la Liga Endesa.

Precisamente será ahí donde el técnico donostiarra se reencuentre con un Pablo Pin (Covirán Granada) que será el único técnico saliente de la Liga LEB Oro que continúe con su equipo en una categoría superior. Porque el nazarí será la cara visible de un proyecto al que ha llevado a lo largo de la última década desde la Primera División Nacional, hasta la Liga Endesa.

Y aunque no les han faltado ofertas a lo largo de los últimos meses para poder tomar nuevos rumbos en diferentes categorías, todo apunta a que habrá que esperar aún algún tiempo para poder ver de nuevo en los banquillos a un Gonzalo García (HLA Alicante) con dos décadas de historia ininterrumpida en la competición, a un Rubén Perelló (CB Almansa) que había protagonizado un meteórico ascenso con la entidad manchega o a un Iñaki Jiménez (Juaristi ISB) protagonista de los mayores éxitos en la historia del conjunto vasco.