DPTO. COMUNICACIÓN BSA

El jugador estonio ha sido, por derecho propio, uno de los hombres más destacados de la plantilla entrenada por Pau Tomàs y Álex Pérez cumpliendo su segundo año en la LEB Oro con unos registros brillantes que le han hecho situarse entre los mejores anotadores de la categoría y ser considerado como uno de los grandes nombres de la temporada. Ahora, Kullamäe se prepara para grandes retos como es el de su presencia en el Hereda San Pablo Burgos, club de ACB que lo incorporó a su plantel tras la buena temporada de Kristian con el ZTE Real Canoe y que lo cedió al Palmer Alma Mediterránea Palma con la esperanza de verle, como así ha sido finalmente, crecer en su juego y ser referencia dentro del equipo.

“Lo primero que quiero decir es que estoy muy agradecido al club por haberme permitido estar aquí. Hemos vivido nueve meses muy bonitos que creo que no vamos a olvidar nunca”, apunta Kullamäe que reconoce estar “muy feliz por haber formado parte del equipo palmesano en esta temporada en la que el equipo ha superado sus expectativas iniciales. En ese sentido, el jugador estonio considera que si bien la temporada finalizó en la primera ronda del play off ante el Río Breogán, equipo que finalmente ha ascendido a la LEB Oro, nadie puede negar que el curso firmado por el Palmer Alma Mediterránea Palma ha sido más que brillante. “Para mi, poder jugar en la LEB Oro esta temporada era muy importante. Tenía la confianza de los entrenadores y el club también confió en mi”, señala de entrada Kullamäe que añade: “Estoy muy contento por el año que hemos hecho, es cierto que igual no ha finalizado tan bien como todos queríamos que acabase pero en general creo que ha sido una muy buena temporada”.

Antes de lograr acceder a esos play off de ascenso, el Palmer Alma Mediterránea Palma estuvo peleando por poder acceder al grupo de ascenso durante un primer tramo de la temporada en la que el equipo fue de menos a más logrando finalmente una salvación más que merecida en la cancha del Real Murcia Baloncesto en un partido en el que Kullamäe rindió a un gran nivel y fue parte importante en la victoria del equipo con puntos anotados en momentos decisivos del partido. “Para el club era muy importante poder jugar un año más en la LEB Oro y personalmente considero que Palma merece tener un equipo en la LEB Oro así que estoy muy feliz por ellos [por el club]”, asegura un Kristian Kullamäe que reconoce que en estas dos temporadas en la LEB Oro ha ido creciendo en su juego para poder llegar a su nuevo reto, la posibilidad de estar en la ACB, en la mejor condición posible.

De hecho, el ya ex jugador del Palmer Alma Mediterránea Palma reconoce haber mejorado en varios puntos tras su paso por la categoría. “Creo que he ganado en confianza y en experiencia. En España se juega un baloncesto muy rápido y te enfrentas en la categoría a jugadores que son muy veteranos”, indica Kullamäe que asegura haber “aprendido mucho” de estas dos temporadas en la segunda categoría del baloncesto español.

Ahora, a Kristian Kullamäe le espera el Hereda San Pablo Burgos y la opción de jugar en la ACB y un reto ilusionante como es la participación con Estonia en el Eurobasket 2022 tras haber logrado esta temporada la clasificación para el Europeo de manera brillante. “Tengo muchas ganas de ver lo que me depara el futuro y de seguir persiguiendo ese sueño”, dice con una sonrisa de oreja a oreja un jugador que admite marcharse de Mallorca siendo un enamorado de la isla y un fan más del propio equipo. “¿Con qué me quedo de Mallorca?, el clima es muy bueno y las playas que tenemos aquí son muy bonitas también, me siento muy agradecido por haber podido estar aquí estos meses y espero poder regresar algún día” dice un Kullamäe que deja claro que desde ya es un seguidor más del Palmer Alma Mediterránea Palma. “Desde luego que lo seré, voy a estar siguiendo lo que hagáis y os deseo la mejor de las suertes”, apunta dirigiéndose al club, al cuerpo técnico y a los aficionados que le han jaleado durante esta temporada y animado tanto en vivo como a través de las redes sociales cuando no se podía acceder al Palau d´Esports de Son Moix.