PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Quino Colom, Dani Pérez, Rodrigo San Miguel, Ferrán Bassas, Mike Torres, Pepe Pozas, Alberto Díaz… Sus nombres responden a día de hoy a los de algunos de los bases nacionales más codiciados de la Liga Endesa. Jugadores capaces de asumir con garantías minutos de calidad en la competición y que cuentan con un denominador común, el haberse fogueado a base de minutos en una Liga LEB Oro que les permitió proyectar su nombre hacia categorías superiores.

Porque la Liga LEB Oro siempre ha sido la competición de los bases nacionales, aquella por la que pasaron en su día estrellas emergentes como José Manuel Calderón o Sergio Llull o aquella en la que adquirieron categoría de históricos nombres como los de David Gil, Juanjo Bernabé o Pedro Rivero. Una competición en la que se siguen dando cita a día de hoy jugadores ilustres como Ricardo Úriz y Pedro Llompart e incluso otros muchos que bien podrían asumir la responsabilidad en una categoría superior como Albert Sàbat, Óscar Alvarado o Sergio Llorente.

Así ha quedado demostrado en un inicio de temporada en el que todos ellos han sido capaces de imprimir su sello más personal a sus respectivos equipos demostrando que la apuesta de los clubes por sus servicios tiene una base sólida.

Un 66% de protagonismo para un total de 8 plenos nacionales:

Suelen ser los primeros protagonistas del mercado estival cada verano y no es para menos ya que la solidez y el empaque de los bases nacionales resulta cada vez más codiciado por los directores deportivos y los entrenadores en la Liga LEB Oro. Hasta tal punto que, en el presente curso, 29 de los 44 bases de la competición han nacido en nuestro país. O lo que es lo mismo, el 66% de las plazas vacantes en una Liga en la que tan solo un reducido grupo de jugadores norteamericanos (4) y suecos (3) ha osado a hacer sombra al talento nacional.

Una apuesta en la que han creído firmemente hasta ocho equipos de la competición entregando todos sus puestos en la dirección a jugadores nacionales con mención de honor para unos Covirán Granada y TAU Castelló que cuentan con hasta tres bases españoles en sus filas o para un ZTE Real Canoe que ha sido capaz de rejuvenecer al límite su dupla. 

Hasta nueve han sido los equipos que han apostado por la multiculturalidad en sus filas ya haya sido a través de una pareja mixta o de una terna combinada lo que ha asegurado presencia nacional en 17 de los 19 equipos siendo únicamente el Levitec Huesca y el ClínicaSur-Aspasia Valladolid los dos equipos sin representación española en sus filas.

La “Edad Media” se rejuvenece hasta los 28 años:

Y si por algo ha destacado la Liga LEB Oro a lo largo de su historia ha sido por ejercer como aquella competición en la que el talento de los bases con mayor poso histórico se trasladaba, como si de una herencia genética se tratara, a aquellos jugadores jóvenes que aspiraban a hacerse un hueco en la competición.

Unos valores que esta temporada representan a la perfección veteranos de la talla de Ricardo Úriz, Pedro Llompart o Dani Rodríguez y de los que se empapan, ya sea en el día a día o en sus duelos directos, los Aitor Zubizarreta, Pol Figueras, Pablo Ferreiro, Gaizka Maiza…

Pero por hay un dato que ayuda a entender la importancia de tan codiciado jugador, ese es la edad media de los bases nacionales en la competición. Una cifra que esta temporada se ha reducido hasta los 28 años y que está siendo capaz de proyectar el gran momento de madurez por el que atraviesan hombres como Óscar Alvarado, Josep Pérez o Jorge Sanz a quienes no sería muy descabellado poder ver en un futuro próximo en la Liga Endesa.

ZTE Real Canoe y Covirán Granada, el orgullo del producto nacional:

Son dos de los equipos, junto al TAU Castelló, que mejor representan la apuesta por el base nacional. Por eso su enfrentamiento del pasado viernes sobre la cacha de Pez Volador en Madrid supuso una oportunidad única a la hora de poder ver sobre el parqué a nada más y nada menos que 5 bases nacionales.

Jugadores que compartieron minutos a partes iguales y que demostraron, con dos estilos diferentes pero bajo una idea común, que el talento en la Liga LEB Oro puede y debe nacer desde las manos de esos jugadores “made in Spain”.

Una idea que transmiten a la perfección unos Dani de la Rúa y Alberto Martín que están portando con firmeza las riendas de su ZTE Real Canoe siendo la pareja con la media de edad más baja de la categoría (24 años), así como unos Lluis Costa y Christian Díaz perfectamente preparados para poder asumir el salto a la Liga Endesa desde un Covirán Granada en el que Germán Martínez crece a pasos agigantados (22 años).

Sobre ello sometimos a reflexión a los cinco protagonistas a la conclusión del encuentro obteniendo un punto de vista sumamente valioso a la hora de entender la importancia que ha tenido la competición en sus respectivas carreras.  

Lluis Costa (Covirán Granada): “Tradicionalmente el puesto de base es uno de los más protegidos por los clubes en la Liga LEB Oro porque siempre se ha dicho que una buena pareja de bases es capaz de marcar diferencias en esta competición. Los directores deportivos lo saben y eso explica que la apuesta por el jugador nacional haya estado siempre muy presente en la dirección de los equipos. Al final, nosotros somos los que conocemos el estilo de juego, los que protegemos los intereses del equipo y los que renunciamos en muchas ocasiones a nuestros números para que el equipo se beneficie de ello y eso es algo que en otros países quizá no se asimila tan bien. En esta Liga se confía mucho en nosotros y eso, en mi caso, me está ayudando a sentirme muy cómodo tanto en la competición como en un equipo que me ha respaldado mucho y que ha conseguido que esta temporada esté ofreciendo el mejor baloncesto de mi carrera”.

Alberto Martín (ZTE Real Canoe): “Creo que la Liga LEB Oro tiene un baloncesto muy diferente al de cualquier otro país europeo o incluso al juego que se desarrolla en Estados Unidos, aquí el baloncesto es mucho más táctico y muy enriquecido y eso hace que la adaptación de los extranjeros no sea sencilla independientemente de la posición que ocupen. Por eso el base nacional es tan importante, porque nosotros conocemos el juego a la perfección y somos capaces ya no solo de poder dominarlo mucho mejor que ellos, sino también de poder ayudar al resto de jugadores extranjeros del equipo para que se adapten y lo comprendan lo antes posible. El base nacional es fundamental porque desde pequeño aprende a controlar el tempo de partido y a sacar ventajas para el equipo algo que, en mi caso me está ayudando mucho a la hora de poder competir en esta Liga. No ha sido un inicio sencillo para mí ya que las dos primeras jornadas jugué con una rotura de fibras y en la jornada me rompieron la nariz, pero creo que me estoy encontrando mucho más cómodo que en años anteriores, haciendo uso de mi experiencia en la competición y sintiéndome mucho más preparado a la hora de poder hacer un buen juego”.

Christian Díaz (Covirán Granada: “El papel del base nacional en la LEB Oro es fundamental y no hay mejor prueba de ello que el poder ver a todos esos bases que hoy están asentados en la Liga Endesa y que hace no mucho estaban liderando a sus equipos en esta competición. Pese a ello, creo que no estamos del todo valorados y que en otras categorías no se reconoce lo suficiente la capacidad que tenemos para leer y organizar el juego. Ahora mismo contamos en la categoría con gente como Pedro Llompart, Ricardo Úriz o Óscar Alvarado queson una buena muestra del talento que puedes encontrar en esta Liga y que a su vez son bases que terminan por enriquecer al resto ya que te obligan a estar preparado y a rendir a un gran nivel en cada partido. En mi caso, eso ha sido clave para que pudiera cogerle el pulso este año a una temporada en la que me ha costado un poco adaptarme a un equipo totalmente nuevo, pero en el que me estoy sintiendo muy cómodo con el juego y sobre todo con mi rol. Siempre había tenido el papel de ese base que salía unos minutos para anotar o para poder revolucionar el partido mientras que este año he podido evolucionar para ser un base más puro, un jugador más centrado a la hora de lograr que el equipo juegue”.

Dani de la Rúa (ZTE Real Canoe): “Hablar de la LEB oro supone hacerlo de una competición en la que se valora y mucho el papel del jugador nacional en todas sus posiciones. Personalmente, estoy encantado de que haya equipos como el nuestro en el que se cuente ya no solo con el jugador nacional para formar parte de la plantilla sino para darle una responsabilidad sobre la pista y para que asuma minutos importantes a lo largo de los partidos. Eso es algo que como jugador te da mucha confianza a la hora de poder trabajar y que te refuerza mucho a la hora de intentar asumir la responsabilidad en los partidos. En nuestro caso con el añadido de que se está dando la oportunidad a dos bases jóvenes que queremos demostrar que se puede crecer en la Liga siendo a su vez muy competitivos. Estamos ante una temporada dura y con muy buenos equipos en la que creo que estamos rindiendo al nivel que se espera de nosotros para poder estar siempre en partido”.

Germán Martínez (Covirán Granada): “En una Liga como la LEB Oro, el base nacional es fundamental para los equipos. Los entrenadores tienen una gran confianza en nosotros ya que la comunicación entre ambos suele ser muy fluida y eso ayuda mucho a la hora de poder dar un mayor empaque a sus ideas sobre la pista. Nos basta una mirada para entender qué tipo de jugada quiere marcar o qué ritmo quiere imponer el entrenador y eso hace que estemos realmente cotizados y que seamos tomados muy en cuenta a la hora de poder dar forma a las plantillas. En mi caso, esa confianza me está ayudando a aprender mucho de dos bases de primer nivel como Lluis y Christian quienes me están trasmitiendo mucho de cara a mi aprendizaje y que me ayudan a estar perfectamente preparado cuando llegan los minutos. Eso es algo muy valioso para cualquier jugador joven y que permite que la experiencia de los que conocen mejor la competición vaya enriqueciendo a aquellos que vamos llegando”.