PABLO ROMERO / ÁREA DE COMUNICACIÓN FEB

Pocos eran los que creían, a lo largo del pasado verano, que un proyecto modesto y de barrio como era el del ZTE Real Canoe pudiera encontrar su lugar en el baloncesto profesional y, muchos menos, los que hubieran apostado porque una plantilla humilde y sin estrellas pudiera competir a un buen nivel en una Liga tan exigente como la LEB Oro.

Una apuesta que parecía sumamente complicada en sus inicios pero en la que siempre creyó una persona, un Miguel Ángel Aranzábal que durante las últimas tres décadas había sido el “alma máter” del proyecto madrileño en pleno pulmón de Madrid y que fue capaz de convencer a un grupo de inversores privados de que su financiación iba a tener la mayor repercusión y el mejor destino posible.

Todo un pacto entre caballeros con el que el técnico madrileño se comprometió a no defraudar a todos aquellos que confiaron en su palabra y a las que aseguró que el proyecto amarillo del Barrio de Estrella podía tener un largo recorrido. Una promesa a la que no ha faltado a base de trabajo y aprovechando al máximo esa ya famosa ausencia de presión que ha llevado al equipo desde la Primera División Nacional a los puestos de Playoffs por el ascenso a la Liga Endesa en apenas cinco temporadas.

Sin lugar a dudas, el principal motivo de orgullo para un técnico que nunca dejó de creer en su equipo y sus posibilidades…

Aranzábal: “Me gusta motivar a mis jugadores con retos y el de este año era que pocos creían en nosotros”

Resulta complicado aquello de intentar contactar con Miguel Ángel Aranzábal y no encontrarle sumergido entre los pasillos e instalaciones de un Real Canoe que convirtió en su hogar tres décadas atrás y en el que raro es el día en el que no invierte media jornada -apenas12 horas- inmerso en el trabajo y crecimiento de su equipo. Un hecho

Miguel Ángel, imagino que te lo habrán preguntado ya en no pocas ocasiones,pero si te llegan a decir durante el verano que en la Jornada 12 ibas a tener ya 6 victorias…

“Pues lo hubiera firmado sin ningún tipo de dudas porque yo tenía un poco de miedo a que nos pudiera suceder lo mismo que el año anterior donde llegamos como un equipo debutante a la LEB Plata lo que hizo que nos costara entrar en dinámica. Pensaba que al equipo le iba a costar adaptarse a la LEB Oro y que iba a tener que ir de menos a más superando las dificultades de las primeras jornadas pero la respuesta de los jugadores ha sido excelente y eso ha provocado que llevemos ya un 50% de victorias y una gran parte del camino que nos habíamos marcado ya recorrido”.

¿Y sobre la pista? ¿Qué balance haces de este inicio de temporada en el que habéis despertado tantos elogios?

“Ahora mismo somos un equipo con dos caras. La de casa es realmente excelente porque ahí nos habíamos propuesto competir en cada partido fuera cual fuera el rival y no sólo lo hemos hecho sino que incluso hemos sido capaces de ganar cinco de los seis partidos disputados perdiendo únicamente el primero ante el Chocolates Trapa Palencia en un debut en el que pagamos de algún modo la novatada. La de fuera es la que nos ha gustado un poco menos porque ahí hemos competido tan sólo a ratos ya que, si exceptuamos el partido de Vitoria donde ganamos con un buen juego, en el resto hemos tenido fases de competir pero acompañadas de 10 minutos malos que nos han costado las victorias. Eso es lo que más nos preocupa en este momento y donde queremos dar un paso al frente para que el equipo pueda competir los 40 minutos optando como mínimo al triunfo en un cara o cruz final”.

A priori, no parece que la próxima visita al Real Betis Energía Plus pueda ser el mejor partido para intentarlo, pero conociendo a este equipo…

“Es la peor salida que podríamos tener porque vamos a ir a jugar a la pista de un equipo que lleva 9 victorias seguidas pero, si bien es cierto, no tenemos nada que perder. Probablemente muy poca gente creerá que podamos ganar el partido así que vamos a intentar aprovecharlo. Si llegamos sin lesiones y con el equipo mentalizado del trabajo que debe hacer vamos a intentar conseguir buenas sensaciones desde el principio para intentar lograr la victoria y que si esto no es posible, por lo menos podamos llevarnos buenas sensaciones sobre las que podamos seguir trabajando”.

¿Dónde está el secreto para que este equipo lleve ya seis triunfos en 12 partidos? ¿Cómo se convence a los jugadores de sus posibilidades cuándo apenas conocen la competición?

“A mí siempre me ha gustado motivara mis jugadores a través de mensajes que supusieran un reto para ellos. Este año sabíamos que muy poca gente confiaba en nosotros y que para muchos éramos el principal candidato al descenso pero yo siempre creí en ellos, creí en que para el club merecía la pena un esfuerzo tan costoso como este porque sabía que iban a responder sobre la pista. Este mensaje ha estado muy presente en el equipo desde el primer día pero el trabajar sobre él con victorias hace que todo mucho sea mucho más sencillo. Ahora todo esto se ha reforzado con esa idea que hemos adquirido sobre la pista y que nos dice que estamos trabajando bien, que somos un buen equipo y que con esta línea de trabajo podemos lograr todo aquello que nos propongamos”.

¿Así de sencillo?

“Bueno, realmente es todo un poco más complicado, pero esa es la línea del mensaje en cada partido. Cuando nos juntamos en el vestuario antes de saltar a la pista, sea cual sea el rival, el discurso es el mismo: que debemos de entrar en partido al 120% y con la actitud necesaria para bajar el culo y defender porque si no, somos un equipo muy malo y que no puede ganarle a nadie. No somos un grupo excesivamente talentoso así que el estar al 60-70% no nos sirve para absolutamente nada y el partido que jugamos en A Coruña es el mejor ejemplo. Ese encuentro y la tristeza con la que volvimos a casa creo que nos ayudó a entender ese mensaje así que ahora sólo espero que podamos mantener en Sevilla la línea mostrada en el último partido ante el Carramimbre Valladolid”.

Viendo que el año pasado se logró el ascenso cuando el objetivo inicial era la permanencia, ¿hay ilusión por poder lograr esta temporada al menos una presencia en Playoffs?

“¿Y por qué no? Yo soy optimista por naturaleza. El año pasado el único que creía que podíamos lograr la permanencia era yo y mira dónde terminamos. Fuimos poniéndoles retos a los jugadores logrando la permanencia primero, los playoffs después y el reto de divertirnos sin presión por último para terminar ascendiendo. Este año la historia ha sido un poco similar porque en septiembre el único que no creía que íbamos a descender era yo y, por el momento, no estamos en mal camino. Viendo la igualdad que hay en la Liga quizá con 12 victorias podamos lograr ese objetivo así que todo dependerá de en qué momento las alcancemos. Por el momento tenemos seis y tan pronto como puedan llegar nos iremos quitando presión y comenzaremos a disfrutar. Y ya sabemos que cuando este equipo juega con alegría…”.

Cambiemos de tercio. A nivel personal, el ascenso a la Liga LEB Oro te llevó a aparcar los pensamientos de jubilación para poder disfrutar de este sueño tras casi tres décadas en el club. ¿Mereció la pena el poder continuar al frente de este proyecto?

“Sin duda… Yo llevo aquí toda una vida pero ya no sólo entrenando sino haciendo absolutamente de todo y el cuerpoy las energías tienen unos límites. Hace más de 20 años había podido estar ya en la Primera B con Las Rozas y por eso esta temporada me hacía una especial ilusión ya que suponía el poder disfrutar de nuevo de algo así en un momento de tu vida en el que sabes que te queda ya poco recorrido como profesional. La LEB Oro es una Liga bonita y atractiva que, en estos momentos, está siendo toda una ilusión para mí”.

Como entrenador, ¿se puede decir que aún hay margen de aprendizaje a los 65?

“Sí, sí, sí… En esta vida hay que tener una mentalidad de aprendizaje constante porque si no, lo tienes jodido. Yen esta Liga hay magníficos entrenadores y equipos muy preparados que te obligan a preparar realmente bien los partidos. Aquí hay más trabas y más trampas tácticas que las que te puedes encontrar durante el transcurso de los partidos en otras categorías y eso es un aliciente que te obliga a reiniciarte, a reciclarte, a trabajar mucho más y, en definitiva, a estar constantemente preparado”.

Para terminar, y por eso de que está cerca la Navidad… ¿Cuáles son los retos de Miguel Ángel Aranzábal para el futuro? ¿Qué deseo le queda por cumplir en esto del baloncesto?

“Retos a estas edades ya quedan pocos pero deseos sigue habiendo. A esta temporada le pido que podamos mantenernos pero, sobre todo, que podamos seguir disfrutando como equipo. Una de las cosas que más me orgullece son los comentarios de los entrenadores rivales reconociendo el trabajo que estamos haciendo y el juego que está logrando el equipo. El Real Canoe es un lugar en el que no hay la presión que puedan tener otros equipos por permanecer pero sí somos un club ambicioso en el sentido de que nos gusta ya no sólo ganar sino también el que el equipo pueda tener un juego vistoso y un baloncesto bonito. Queremos seguir escuchando esas palabras de nuestros rivales que tanto nos enorgullecen y que esperamos que nos lleven a poder mantener el inicio en la Liga LEB Oro”.