50 minutos de un baloncesto intenso; un pabellón donde no cabía un aficionado al baloncesto más, unos jugadores que han demostrado calidad y talento, y un final feliz para el equipo organizador que repite título y consigue su doblete copero.

Palencia y Melilla son dos ciudades  cuya idiosincrasia está muy relacionada con la LEB Oro. Dos ciudades con una afición que ha disfrutado de esta categoría y por donde han pasado jugadores de tremenda calidad. Dos clásicos de la LEB que tenían la oportunidad, a mitad de temporada, de regalar ilusión y un premio a la afición, y regalárselo a ellos mismos. Y dos equipos que habían demostrado serlos mejores de la primera vuelta y dos candidatos a todo esta temporada.  Por eso el alcalde de la capital palentina, Alfonso Polanco, y el presidente de la Ciudad Autónoma, Juan José Imbroda, se encontraban en el palco para apoyar a sus respectivos equipos, y a ambas ciudades.

Y no pudieron elegir mejor el día. Al ambiente se añadió la igualdad extrema entre dos equipos que tuvieron que decidir quién se llevaba el desempate en la segundo prórroga

Un comienzo sin restricciones (21-17)

Nada más lanzar el balón al aire ni uno ni otro equipo quisieron esconder ninguna carta. Quesos Cerrato Palencia salió con velocidad e intensidad, aprovechando el empuje de las 3.000 personas que abarrotaban el Pabellón Marta Domínguez. Era un día de fiesta y así lo pretendía Sergio García. Parcial de 6-0 y los aficionados disfrutaban. Un triple de Josep Franch inauguraba el marcador del equipo de la Ciudad Autónoma e iniciaba un parcial de 0-8 que ponía a los melillenses por delante. Nadie dijo que iba a ser fácil,pensó el entrenador local, que movió el banquillo aprovechando otras virtudes de sus hombres de banquillo. Dominio local que se fue al final del primer cuarto con 4 puntos de ventaja.

Y Franch sacó su fusil (32-40)

El segundo cuarto cambió por completo el ritmo de partido.La defensa melillense subió un punto la intensidad y emergió la figura de unbase con un talento descomunal. Josep Franch quiso demostrar que es un jugador excelso y tomó las riendas del choque. Con un 2+1 sacó su calidad y su carácter poniendo en pie a su banquillo y a los casi 100 aficionados llegados desde Melilla. Los visitantes se ponían por delante aunque su pívot referente, Edu Hernández Sonseca, seguía con problemas para conseguir buenas situaciones de tiro. Una  técnica a los locales sucedió a una falta en ataque de Pabo Almazán, y el partido se enredó en los últimos minutos del segundo cuarto. El pabellón disminuyó el nivel de decibelios yMelilla Baloncesto consiguió su mayor ventaja, un +9 unos segundos  antes de llegar al descanso.

La montaña rusa se inclina hacia Palencia (55-52)
Como buena final, la Copa Princesa 2016 tuvo de todo. Ambiente, emoción, intensidad,… y alternativas en el marcador. Si en el segundo cuarto el aro del Melilla Baloncesto se hizo pequeño; en el tercero  pasó lo propio con el aro del Quesos Cerrato Palencia. Los de Alejandro Alcoba no encontraban buenas posesiones de tiro, y cuando lo conseguían, no estaban acertados. Marc Blanch y Urko Otegui hacía daño a la defensa rival, con un Brandon Edwards manteniendo el tipo durante estos minutos.

Primer final sin final (65-65)
Lo que estaba claro es que el partido iba a estar marcado por la igualdad. Después de que Quesos Cerrrato Palencia remontara la ventaja adversa, el encuentro entró en esa fase de los partidos importantes en las que los dos equipos aumentan su respeto al rival. El resultado final iba a decidirse en pequeños detalles. Como los 4 tiros libres anotados (dos de Urko y otros dos de Joan Tomas) para enjuagar los 4 puntos con los que entraba el Melilla Baloncesto al último minuto de juego. O la buena defensa que ha provocado que los dos lanzamientos de Marcos Suka en el último ataque del cuarto cuarto no entraran. Partido a la prórroga y la Copa reposaba en su mesa esperando su dueño definitivo.

Tablas en el segundo posible final (74-74)
Los minutos de tanteo se hacían muy cortos y enseguida llegaban los ataques cruciales. En esta ocasión Pablo Almazán cogió el papel protagonista y anotó una canasta que volvía a dejar contra las cuerdas al rival. Decidieron llevar al Quesos Cerrato a la línea de tiros libres y tener opción a la última jugada. Dani Rodríguez anotó los dos, empató el encuentro pero en la última jugada del primer tiempo extra quedó en nada

El final soñado por el Pabellón (87-85)
Nos acercábamos al minuto 50 y la Copa Princesa 2016 no quería irse a las manos de ninguno de los dos equipos. El calor de la afición convirtió al pabellón palentino en un hogar muy agradable.  Pero un triple de Dani Rodríguez lo cambió todo. Dejó el marcador en impares, lo que hacía más difícil una tercera e histórica prórroga. Falló uno de los tres tiros libres que tuvo poco después y anotó el decisivo a 14 segundos del final. Su ‘colega’ Urko hizo el resto taponando el intento de revertir el resultado del Melilla Baloncesto y la Copa se volvió a quedar en Palencia.